(Cuando se pierde) La consciencia
Javi Álvarez
Madrid, 12 de julio de 2005
Tus largas piernas son como el mar,
pero yo no se nadar,
ni llegar hasta ellas.
¿Para qué?
Sabrás a hembra,
como todas.
Dejas descansar una mano sobre tu cintura,
como todas,
y tu alma sólo descansa
tras la última copa.
Yo no llegaré a ella.
Yo no llegaré a ella.
Estaré muerto cuando amanezca.